✺ »»creando con la naturaleza««
Actualizado: 29 jul

Hay algo extremadamente potente que se genera cuando estamos en la naturaleza, una suerte de magia que nos inspira, nos resetea, no conecta con algo más profundo y a la vez inconsciente. Cuando nos sumergimos en la naturaleza, sea el bosque, el mar, un lago, un parque, un pequeño rincón de tu jardín, nos volvemos literalmente parte de ella, somos visitantes pero a la vez compartimos cierta fluideza y cuestión biológica. Nosotras mismas somos naturaleza, y en contacto con ella eso sale más a la luz, lo sentimos en el cuerpo, en la mente, en la creatividad.
Estar en -y con- la naturaleza, nos puede sanar, nos puede transportar a otro estado energético, nos puede nutrir a un punto tan profundo que nos transforme.

En este blog te quiero contar:
1. Por qué la naturaleza es una pieza clave en nuestros procesos personales y creativos.
2. Una idea para salir a crear con la naturaleza
3. Dos ideas de crear con la naturaleza en tu espacio de trabajo
Si preferís leerlo más tarde, al final del post podés descargarte el PDF : )
Desde el contacto profundo con el entorno más natural, y al despertar el vínculo más directo con la creatividad y la naturaleza propia, podemos conectarnos también con nuestras emociones, sensaciones y pasiones.
Se me ocurre pensar en la analogía de una habitación con una ventana abierta por la que entran todos los ruidos de la calle: ambulancias, música variada de tiendas y bares, gente gritando, coches, helicópteros y aviones. Si cerramos esa ventana, lo que sucede automáticamente es el silencio, el alivio y la aparición de un espacio de silencio interior en el que podemos escuchar otras cosas.
Esto es lo que pasa cuando nos sumergimos en la naturaleza: el ruido exterior se acalla, nuestra intuición e instintos comienzan a despertar, nos volvemos más sensibles a la propiocepción física y emocional.

Tanto como si esto es nuevo para vos, como si no lo es, te invito a pensar en la naturaleza que te acompaña cotidianamente, en tus procesos personales como en los creativos.
Otra de las potencias de la naturaleza es hacernos entender que a veces lo que más necesitamos es simpleza: revisar nuestro consumo, las formas varias en las que nos estamos nutriendo vitalmente, bajar el ritmo, tomarnos un rato para caminar y airear pensamientos y emociones. Estas son algunas formas de incluir a la naturaleza en tu cotidianidad, haciéndola parte de tus días, a tu forma y a tu ritmo.
Paseos terapéuticos. Caminar puede ser una de las mejores cosas que podemos hacer cuando necesitamos aquietar la mente, e incluso el cuepo. No se trata de salir a correr, sino de salir al aire libre, cambiar el aire, mover el cuerpo pero a un ritmo suave, armónico y placentero. Si sentís que necesitá un respiro físico y mental, salir del ordenador, conectar con otras cosas, dar aire a tus procesos creativos, salir a pasear puede ser una gran idea. Poder sumergirnos en la naturaleza, sea un bosque o un parque, nos refresca a un nivel super potente. Si no tenés naturaleza cerca, podés ponerte música o sonidos de la naturaleza real y salir a caminar por tu barrio, buscando un recorrido lo más disfrutable posible. Según Thoreau, posiblemente la persona más defensora de los paseos como ritual de conexión con uno y con el todo, «El caminar del que yo hablo no se asemeja en nada a hacer ejercicio.. sino que es, en sí mismo, la empresa y la aventura del día».

Crear con -y desde- la propia naturaleza. Salir a pasear con una cámara puede sumar mucho a la experiencia. Tanto si fotografías durante el paseo como si lo haces luego, hay formas de incluir a la naturaleza en nuestro proceso creativo-fotográfico. Algunas ideas para comenzar: a) Salir con la cámara (sea cual sea, la del teléfono puede que sea la más práctica) y hacer -notas- en imágenes. Cuando caminamos o salimos a pasear, cuando descubrimos un lugar nuevo o revisitamos uno ya conocido, vamos observando, y al observar uno piensa y, con suerte, siente. Esas cosas que suceden dentro, pueden ser registros valiosísimos. Si con la ayuda de la cámara hacemos fotos para registrarlos, recordarlos y capturarlos por siempre, podemos, además de conservar esas memorias en formas de imágenes, volver a ellas: esas ideas, emociones y sensaciones pueden ser materia prima ideal para crear, para desarrollar un proyecto personal, para escribir en nuestro diario, para conversar con alguien más. Un sin fin de posibilidades que se abren y para lo cual, solo hace falta estar disponible para percibirlo : ) b) Traer la naturaleza a casa. En los rituales encontramos nuestra propia magia y fuerza, poder dar forma a no uno, sino varios, es una forma de estar creativos y a la vez conectados con nuestra fuerza natural y creadora. Si no quieres hacer fotos en el paseo puedes recolectar tesoros para utilizarlos luego en tus procesos creativos y personales. Depende de cuales sean tus entornos de pase puedes recoger diferentes cosas: piedras, hojas, tierra, agua; Si vas por la ciudad), pedazos de publicidades que veas por la calle, tickets de cafeterías, entradas a eventos, pasajes de tren. Al volver a casa podés utilizarlos de diferentes formas, tal vez como parte de un collage, como herramienta o ingrediente de algún proceso creativo o, por qué no, como parte de un altar especial que te acompañe en los procesos o en los días en general.

Estas son algunas de las muchas formas que tenemos de conectar con la naturaleza en el día a día, de la manera que podamos y queramos, a nuestro ritmo, forma y disfrute
¿Cuales son tus formas propias de conectar con la -y tu- naturaleza?
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